jueves, 16 de julio de 2015

El Coaching Nutricional

Alcanzar un hábito saludable en la alimentación es todo un reto. El éxito de la mayoría de los tratamientos que implican modificar la conducta alimentaria depende, en gran medida, de la capacidad de la persona en llevar a cabo y mantener  los cambios en el estilo de vida que le son recomendados por el dietista-nutricionista. Se requiere constancia y responsabilidad.
Hay personas que necesitan algo más que información, consejo o educación. Necesitan que les ayuden a sentirse capaz de hacer los cambios, a sentirse motivado para iniciarlos y mantenerlos en el tiempo. La Organización Mundial de la Salud, ya en el año 2003 decía: “El informar y dar consejo por parte del médico ya no es suficiente para conseguir cambios de comportamiento a largo plazo”.
En esto incide de manera especial el coaching nutricional, un nuevo enfoque para tratar al cliente y superar el desafío de acompañarlo hacia un estilo de vida más saludable, la clave para prevenir y tratar la mayoría de enfermedades que sufre la sociedad occidental hoy en día. El Coaching como filosofía y metodología, ya está instaurado en los sistemas sanitarios de EE.UU, Australia o Canadá, y se ha demostrado ser muy efectivo en el tratamiento de la obesidad y otras enfermedades crónicas que requieren cambios en el estilo de vida del paciente, como la diabetes o las enfermedades cardiovasculares.
El coach nutricional anima al paciente a que participe en el diseño del plan que le conduzca a conseguir su objetivo. Cuando el objetivo a alcanzar y la estrategia personalizada de cada paciente se desarrolla de esta forma colaborativa entre profesional y el paciente, se genera un mayor sentido de la responsabilidad en éste último, además de favorecer la realización de planes de acción más eficaces, puesto que éstos se adaptan a las preferencias y circunstancias del paciente.  El paciente es el experto en su propia vida, por lo tanto, lo más sensato es contar con su opinión y su participación a la hora de diseñar cualquier plan.
A través de la conversación con el coach nutricional la persona toma conciencia de cuál es su situación y valora las opciones que existen para solventar los obstáculos a los que anteriormente se enfrentaba. El coach actúa como catalizador del cambio, se convierte en su mejor hincha, en una persona en la que puedes tener plena confianza y que te va a hacer conseguir más de lo que harías por ti mismo.
El coach nutricional te va hacer las preguntas adecuadas para que tú encuentres las respuestas acertadas. Te mostrará opciones para que tú escojas la que mejor vaya contigo. Y una vez hayas decidido qué hacer, se mantendrá a tu lado apoyándote para que te enfoques en el plan que habéis trazado conjuntamente.

Los procesos de coaching acostumbran a durar unos tres meses, aunque los resultados en el peso se ven a partir de los quince días. El coaching nutricional puede ser la solución para aquellas personas que lo han intentado y que no han sido capaces de seguir un plan nutricional. Va dirigido a todas aquellas personas que quieren conseguir algo más de lo que consiguen por sí mismas, aquellas que quieren mantener en el tiempo el peso perdido, aquellas que quieren realizar un cambio en su alimentación y en la de su familia, que quieren dar el salto hacia una alimentación saludable. En general, el coaching nutricional va dirigido a gente que está cansada de cómo es su alimentación y quiere conseguir de una vez por todas lo que lleva intentando toda su vida.

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